La cadena de valor del sector forestal-madera de Euskadi continúa su actividad para suministrar los materiales imprescindibles para la elaboración de bienes de primera necesidad y el mantenimiento de servicios básicos. El Decreto-Ley de actividades esenciales publicado el pasado 1 de abril en el Boletín Oficial del Estado reconoce el carácter esencial de las empresas relacionadas con los trabajos forestales, sierras, elaboración de palés, papeleras, productores y comercializadores de biocombustibles.
Los camiones con biocombustibles han seguido llegando con regularidad a las residencias de ancianos y los centros hospitalarios que necesitan del suministro de astillas o pellets para que las calderas de calefacción y agua caliente sanitaria sigan funcionando en unos momentos especialmente delicados, en los que los profesionales de la salud hacen frente en primera línea al coronavirus y prestan asistencia a la población infectada.
Tanto astillas como pellets son producidos en Euskadi como subproducto de la labor de aserrado del pino radiata. Para seguir contando con un suministro constante toda la cadena de valor del sector forestal-madera tiene que permanecer en marcha, desde los rematantes que realizan los trabajos forestales, transportistas, sierras y empresas especializadas en la valorización energética de estos recursos.
La potenciación del uso de los biocombustibles en edificios públicos forma parte del plan vasco de bioeconomía forestal que busca reforzar los recursos de km cero como la madera para reducir nuestra huella de carbono.